UNIVERSIDAD CESEEO
Lic. en Enfermería 2° Semestre
Integrantes:
Garfias Fuentes Sayuri Tanemi
González Cortez Miriam
Gallegos Osorio Guadalupe
La esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante. Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo
¿A cuántas personas afecta?
Aproximadamente el 1% de la población padece esta enfermedad con independencia del sexo, la raza y la clase social.
¿A qué edad suele comenzar?
Se inicia en la mayor parte de los casos entre los 15 y los 30 años en los hombres y entre los 25 y los 35 años en las mujeres; también sabemos que aparece con más frecuencia en los hombres.
La esquizofrenia infantil
La aparición insidiosa de
los síntomas psicóticos de la esquizofrenia suelen producirse en la
adolescencia y suelen suponer una ruptura biográfica en la vida del paciente.
La esquizofrenia infantil es más frecuente en varones, en
una proporción de 2 a 1 que según avanza la edad, esta proporción se iguala en
ambos sexos.
En estos pacientes se pueden haber observado previamente
al debut de la enfermedad algunas complicaciones perinatales, alteraciones
en la estructura y tamaño del cerebro, anomalías físicas menores, así como
algún tipo de presencia infecciosa durante la infancia.
La esquizofrenia infantil puede causar alucinaciones y
pensamientos extraños. Las alucinaciones más frecuentes son las auditivas
pudiéndose percibirse voces dentro de la cabeza.
Estas alucinaciones se pueden acompañar de ideas
delirantes y estas pueden incluir preocupaciones corporales, miedo a ser visto
o perseguido, miedo a ser víctima de algún complot o tener la sensación de
tener algún poder especial o místico.
Pueden tener dificultad para disfrutar de las actividades que antes disfrutaban, para relacionarse con otras personas y comportarse adecuadamente en casa con su familia.
¿Se puede curar la esquizofrenia?
Actualmente la esquizofrenia es una enfermedad crónica que puede resultar en una serie de síntomas positivos (alucinaciones, delirios..) y síntomas negativos (embotamiento afectivo, apatía, falta de relaciones sociales...) que se pueden llegar a controlar con el cumplimiento de un correcto tratamiento farmacológico y psicoterapéutico. Estos fármacos, así como diversas medidas psicoterapéuticas y rehabilitadoras contribuyen a la estabilización de los pacientes, pero desgraciadamente no constituyen la cura de la enfermedad por el momento.
Vivir con esquizofrenia
En el pasado, la visión sobre la esquizofrenia era muy limitada y se consideraba que las personas estaban incapacitadas cuando padecían la enfermedad.
La ciencia ha ido evolucionando a lo largo de los años y actualmente ofrece opciones terapéuticas eficaces que pueden controlar bien los síntomas, producir menos efectos secundarios y además presentar una administración espaciada en el tiempo, interfiriendo lo mínimo posible con la vida de la persona que padece la enfermedad. La perspectiva ha cambiado porque se sabe que la mayoría de los pacientes hoy en día pueden llevar una vida relativamente normal siempre que cumplan bien la medicación y lleven hábitos de vida saludables.
Es necesario cumplir con una serie de cuidados que van a garantizar la estabilidad y buen pronóstico de la esquizofrenia.
Realizar un buen cumplimiento de la medicación, seguir las terapias rehabilitadoras, cumplir unos hábitos saludables evitando el consumo de tóxicos y realizar una actividad social y familiar diaria son las bases para poder convivir con la enfermedad sin que repercuta en el día a día.
Estigma social.
Las personas diagnosticadas de una enfermedad mental grave muchas veces sufren el estigma y discriminación por parte de la sociedad, lo que unido a las características intrínsecas de su propia enfermedad puede dificultar su desarrollo personal.
Sin embargo, existen motivos para ser optimistas. Uno de los factores que ayuda a moderar el estigma y a mejorar la tolerancia social, parte del conocimiento de la enfermedad. La población joven y con nivel educativo alto hoy en día parece ser más tolerante. El contacto previo con un paciente que sufre la enfermedad también disminuye el estigma y el miedo, además de aumentar el conocimiento de la situación que vive la persona.
Los pacientes que cuentan con el apoyo y tolerancia de familiares, amigos y las personas que le rodean, consiguen reinsertarse mejor a la vida familiar y laboral.
Entre todos tenemos la oportunidad de informarnos y actuar, para ayudar a borrar el estigma y la discriminación en la enfermedad mental.
Bibliografia:
Integrantes:
Garfias Fuentes Sayuri Tanemi
González Cortez Miriam
Gallegos Osorio Guadalupe
Lic. en Enfermería IPN 2° Semestre